Aproximación al problema

EXPLORACIÓN 

Almería es desde hace tres décadas la huerta de Europa y su fisonomía como provincia ha

pasado de ser una de las cenicientas de España a ser un motor potente de la economía andaluza

y española. Almería, hoy es un referente mundial en todo lo concerniente a la economía de los

cultivos bajo plástico: semillas, industria auxiliar, investigación, comercio, producción…

Esta situación de privilegio se mantiene por su constante innovación y adaptación a las

situaciones cambiantes del mercado. Los diferentes problemas que van surgiendo implican

soluciones inmediatas para poder sobrevivir en el mercado global.

Desde esta perspectiva, la optimización de todos los recursos, empezando por los hídricos, es la

clave del éxito. Esta fue la situación de partida de nuestro proyecto: cómo aprovechar mejor la

de por sí excelente situación de partida de los cultivos bajo plásticos de nuestra provincia.

DELIMITACIÓN 

Las delimitaciones de nuestro proyecto están bastante definidas, ya que se ciñen al

aprovechamiento de las estructuras ya construidas de cultivos bajo plástico, que actualmente
proliferan en nuestra provincia y áreas limítrofes. En mucha menor medida afectaría al arco
mediterráneo (principalmente Marruecos e Israel) y zonas de Holanda.

DEFINICIÓN

El proyecto que vamos a llevar a cabo consiste en la combinación de dos actividades
económicas que hasta día de hoy habían estado separadas, como son la agricultura y la
acuicultura continental, con el fin de obtener el máximo beneficio posible con dicha
combinación. Concretamente, la idea se basa en la introducción de piscinas con peces en el
interior de un invernadero, con el fin de aprovechar los excedentes generados en el primero de
los campos para alimentar al segundo.
Para ser más concretos, la actividad se realizará en el interior de un invernadero productor de
tomates, perteneciendo el pez que se desarrollará en las piscinas de la familia de las tilapias.
Al ser uno de los problemas principales en nuestra provincia la falta de productividad obtenida
de los excedentes de dichos invernaderos (concretamente tomates de estrío y tallos producidos
por la limpieza de las plantas), nuestra solución consiste en emplear los mencionados productos
para alimentar a los peces, obteniendo al final de la campaña un doble beneficio: el conseguido
por la venta de los tomates y la consiguiente ganancia procedente de la venta de los peces.